jueves, 18 de diciembre de 2014

No hay dos sin tres: España fuera de la Champions League en el Ranking de Universidades


Ya lo esperábamos. La numerología no falla y como no hay dos sin tres, el diario EL PAÍS acaba de publicar su tercera entrega de la saga "La universidad a examen" que ya piensan en titular "vaya mierda de universidad" o algo así. Tras "El club de los titulados muertos" y "el imperio de la endogamia" nos llega ahora el tercer capítulo de la trilogía titulado "la lista de Chinguen", que retrata cómo las Universidades Españolas se salen (por abajo) de todos los rankings de universidades (sobre todo si quitamos a las catalanas de la lista de universidades españolas).

Según hemos conocido, el director de cine James Cameron está pensando rodar la trilogía con algunos famosos actores de Jolibud (se ha filtrado que el papel de rector de universidad española lo interpretará un actor negro, eso seguro). Como en otras famosas trilogías (El Padrino, el Señor de los anillos, los Juegos del Hambre, Matrix o Toy Story) habrá acción y sangre a borbotones, ya que el argumento relata cómo un grupo de profesores universitarios españoles y gafotas, supervivientes de un holocausto universitario, son hostiados (merecidamente) por hordas justicieras de estudiantes-zombis, periodistas-lobo o políticos-vampiros (o todos juntos... no se ha desvelado todavía).

Quedamos a la espera de que se estrene el primer capítulo, que no sabemos si será antes o después de la próxima reforma universitaria (que está al caer). Mientras tanto, vayan pensando en qué no van a poder gastarse la reducción del presupuesto del próximo año, que no nos llegará ni para las palomitas.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

El Pinoleaks desvela los métodos de tortura usados por los profesores


La prensa acaba de dar a conocer el informe del Senado de los EE.UU. sobre los terribles métodos usados por la CIA en sus interrogatorios y… (¡qué coincidencia!)  un informe confidencial al que ha tenido acceso el Pinolillo describe los crueles métodos que los profesores de nuestra Universidad aplican a sus estudiantes. El Pinolleaks desvela estas prácticas en primicia mundial.

Obviamente, el defensor de la Comunidad Universitaria debería tomar cartas urgentes en el asunto, ante unos métodos cuasi-criminales que van en contra de todos los derechos humanos y animales.

Ahí van algunas de las prácticas más espeluznantes de los profesores-torturadores que incluye el mencionado informe  (advertimos que la simple lectura puede dañar la sensibilidad del lector más curtido en películas gore):


  1. Se observan casos de algunos profesores que obligan a sus alumnos a asistir a sesiones de clase de una hora y media de duración (seguidas) manteniéndolos confinados en los límites de una silla acolchada con reposabrazos en posición sentada, impidiendo que se pongan los pies sobre otras sillas.
  2. Algunos profesores hacen uso de la pizarra, lo que obliga a los estudiantes a copiar directamente en el papel con un instrumento manual de escritura, en vez de darles fotocopias de un powerpoint. En ocasiones la pizarra es de tiza, que al escribir a contrapelo emite un sonido chirriante que pone los pelos de punta.
  3. En contadas ocasiones, hay profesores que sacan a los alumnos a la pizarra a resolver algún ejercicio, con el indudable propósito de exhibirlos ante el resto de la clase como si se tratase de mercancía.
  4. Se relatan episodios de profesores que requieren de sus alumnos la lectura de material fuera de las horas de clase, así como la realización de ejercicios para su exposición posterior, tratando de impedir por tanto el sano ejercicio de las relaciones interpersonales en tiempo de ocio.
  5. Para los exámenes, no se permite la consulta de Internet (en el pasado eran libros o apuntes), con el consiguiente estrés emocional en el alumnado al no poder comprobar las respuestas o hallarlas directamente en red.
  6. Algunos (sádicos) profesores pretenden que los alumnos no copien-peguen de Internet sus trabajos, requiriendo de los alumnos una carga extra al deber teclear sus propios trabajos, causando un horrible desgaste articular en los metacarpianos estudiantiles.
  7. El colmo de los colmos radica en suspender a alumnos con calificaciones inferiores a 3, sin considerar argumentos emocionales o estéticos como “la cara de interés que tengo en las clases” o “yo una vez vine a clase”.
  8. No permitir la libertad de expresión, con actitudes represoras por parte del profesor que impiden reírse a carcajadas, eructar o jugar con el móvil durante las sesiones de clase o exámenes.
  9. Socavar la confianza de los estudiantes al exigir la realización de pruebas de evaluación para demostrar que se ha estudiado, como si no sirviese la simple palabra del estudiante cuando asegura lo mucho que ha trabajado en la asignatura.
  10. El culmen de la brutalidad profesoril, consiste en pretender que los estudiantes escuchen las palabras del profesor durante el desarrollo de las clases, obligando para ello a dejar de pensar en sus cosas, hablar con sus colegas o ver películas en su portátil, lo que supone una cruel privación de la libertad de uso del tiempo, y un instrumento de control del canal auditivo de los estudiantes.


martes, 2 de diciembre de 2014

¡ Estamos Endogamiados !

Esta semana el diario EL PAIS nos ha cogido cariño, y no para de publicar noticias relacionadas con la Universidad. Si hace poco nos hablaba de lo mal que está el futuro para nuestros egresados (sobre todo los de turismo), ahora se ocupa de la Endogamia Universitaria, anunciando que "el 73% de los profesores de investigadores trabajan en el mismo campus en el que leyeron su tesis".
Dado que la endogamia provoca el conocido deterioro genético,  El Pinolillo, siempre deseoso de aportar su granito de arena presenta unas propuestas que acabarían de golpe con este problema:

1) Si el problema está en dónde trabajas, una buena forma de evitar la endogamia sería trabajar de forma proporcional a los medios disponibles: menos medios-- menos trabajo, y por tanto, -- menos endogamia.

2) Dado que el problema  de los profesores es " trabajar en el mismo campus en el que leyeron la tesis" y aprovechando que la ULPGC dispone de 4 campus diferentes, proponemos que las tesis doctorales sean leídas de la siguiente forma: Las de humanidades se leerán en el campus de veterinaria, las de técnicas y ciencias sociales en el de San Cristóbal, áreas médicas en Tafira y Veterinaria en el campus del Obelisco.

3) Cambiar el nombre de la Universidad cada año, de forma que sea imposible impartir clase en la misma universidad dos veces. Proponemos llamarnos Cambridge, Oxford, Yale o MIT. De esta forma nuestros doctores por Cambridge un año  podrían ser profesores en Oxford al siguiente ahorrando costosos desplazamientos.

4) Proponer al futuro Gobierno de Podemos un cambio de nombre del país: en vez de España, nos llamaremos Estados Unidos. De esa forma, aumentaremos automáticamente el número de premios Nobel de las universidades de nuestro país.

5) Dado que la endogamia es un problema de toda la sociedad, también proponemos que se aplique a todos los ámbitos de la vida social. Así, por ejemplo, ningún político podría formar gobierno con el partido al que se presentó a las elecciones. La única excepción a este principio será el fútbol, por lo de cuidar la cantera de la UDLP.