Fuentes del servicio de aduanas de la Guardia Civil y de la
Agencia Tributaria detuvieron ayer a un grupo de tres inmigrantes ilegales cuando intentaban cruzar la frontera
de Canarias indocumentados portando gran cantidad de mercancía ilegal. Los
inmigrantes fueron detectados simultáneamente por el FRONTEX, el SIVE y la YURE (una vecina del barrio de Guanarteme).
Se está investigando el origen de los inmigrantes, dado que
afirman proceder de oriente pero ninguno de ellos es chino ni tiene pinta de
oriental. Uno de ellos es de color afroamericano, por lo que ha sido internado
en el Centro penitenciario de Salto del Afroamericano (según la nueva denominación vigente desde el 1 de enero) y se le ha aplicado el
protocolo contra el ébola procediendo a su inmediata puesta en cuarentena.
Los otros dos, con pinta de buena gente, han sido puestos en
libertad con cargos, tras habérseles incautado un alijo de mercancía sin haber
declarado en aduana ni pagado el DUA. El Seprona también ha abierto diligencias
al detectarse algunas cantidades no despreciables de carbón, que (de ser
incinerado) pondrían en peligro el cumplimiento de los objetivos de emisiones
de gases de efecto invernadero fijados en el protocolo de Kyoto.
La familia Kiessling ha manifestado su interés por acoger en
sus instalaciones del Loro Parque a los tres camellos utilizados por los
inmigrantes para transportar su alijo de carga ilegal. Se investiga cómo demonios llegaron los
tres camellos por el agua, por lo que el Gobierno de Canarias especula con que
se trate de una nueva especie de camello acuático consecuencia de mutaciones
genéticas derivadas de las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a
Canarias. De confirmarse este extremo, los tres camellos podrían ser la
atracción estrella del acuario que se proyecta en el recinto del Puerto de la
Luz y de Las Palmas, que en vez de “poema del mar” pasaría a denominarse
“camélidos del mar”.
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